CUIDADOS PARA TU BEBÉ
¡Hola a todos! Con el post de hoy inauguramos en Farma&cia la sección dedicada a la maternidad. Fue este verano, tras el nacimiento de mi hija Claudia, cuando me empezó a rondar por la cabeza la idea de compartir con otras madres y padres las situaciones vividas en los primeros meses de la vida de un bebé, un tiempo lleno de dudas que se repite en todas las parejas con la llegada del primer hijo, en el que se mezcla el amor y la emotividad con el cansancio y el miedo a no hacerlo bien. He de confesaros que a pesar de mis conocimientos en farmacia, en muchos momentos me he sentido completamente novata!
Desde aquí quiero hablaros de productos y novedades que voy probando con mi hija, y me encantará que me contéis qué tal os funciona con los vuestros. También os contaré cuales son las webs y los libros que me acompañan en los últimos meses y las actividades que organicemos en la farmacia que os puedan interesar.
Pues bien, ya han pasado cinco meses desde el nacimiento de Claudia y desde hace una semana he vuelto a a mi trabajo en la farmacia, que ha coincidido con su comienzo en la guardería…y su primer episodio de fiebre y mocos! Así que aunque tenía pensado hablar de otro tema, me parece interesante tratar éste pues seguro que con la bajada de las temperaturas de estos últimos días muchos de vosotros lo estáis viviendo en vuestras casas.
La mayoría de los catarros no se complican, se curan solos y no necesitan tratamiento con medicinas, pero no por ello dejamos de preocuparnos cuando nuestro hijo no puede dormir a causa de la congestión nasal y no quiere comer, o presenta unas décimas de fiebre.
Para la congestión nasal se aconseja realizar lavados nasales frecuentes con suero fisiológico o agua de mar, tipo Rhinomer baby, que ayuda a reblandecer la mucosidad y facilita el uso de un aspirador nasal, como Narhinel confort.
Os quiero hablar también del Bálsamo reconfortante de Mustela, un cuidado balsámico pectoral que se puede utilizar desde el nacimiento (al no llevar alcanfor, mentol y eucaliptol), a base de manteca de karité y extracto de miel, que hidrata y suaviza la piel a la vez que libera aromas purificantes y refrescantes de pino y romero que mejoran su confort. Se aplica al acostar a tu bebé realizando un suave masaje sobre su pecho, con lo que además consigues un efecto relajante.
Y por supuesto no dudes en llevar a tu hijo al pediatra si la fiebre persiste más de 72 horas, si lo notas decaído, somnoliento o muy irritable, o si presenta dificultad para respirar.
Espero vuestros comentarios, y volvemos a encontrarnos la próxima semana con más temas relacionados con esta etapa tan maravillosa.
Cristina Rubio.
Farmacéutica en Farmacia Alcocer